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“Lo único que deben hacer los medios es hacer buen periodismo”: Mauricio Aragón

Entrevista al director de la agencia colombiana Colprensa.

Créditos: 
Pixabay / Publicado bajo licencia Creative Commons.
Daniela Buelvas
María Paula Martínez: ¿Considera que hoy hay una mayor crisis de confianza de las audiencias frente a los medios de comunicación? 
 
Mauricio Aragón: Sí, yo sí creo que hoy hay una especie de anarquía informativa. Antes el monopolio de las audiencias era exclusivo de los medios y no había forma de conocer lo que los diversos sectores opinaban frente a la labor informativa. Hoy, con los canales sociales, esas opiniones se conocen mucho más que antes y la gente tiene un mayor abanico de posibilidades, lo que hace que pueda decidir dónde prefiere consumir los contenidos. El hecho de que ahora la gente puede expresar a través de canales sociales su inconformismo frente al labor de los medios hace que el inconformismo cale, que tenga eco. Pero en últimas, la gente acude a los medios para saber si lo que se está diciendo es cierto o no, entonces digamos que no es tanto desconfianza sino una forma de crítica a través de unos canales que se han democratizado. 
 

MP: ¿A qué cree que se debe esa inconformidad?

 
MA: A Javier Darío Restrepo le llamó mucho la atención un artículo que se refería a la tiranía del clic. Yo creo que hay una mezcla de dos factores en esto: los medios de comunicación están pasando por una crisis económica profunda y, por otro lado, es cada vez más común la tendencia a hacer un periodismo fácil, desde el escritorio, haciendo curaduría de redes sociales y dedicado a obtener información fácil. Esa ha sido la “solución” de muchos medios de comunicación a su crisis económica. 
 
Sin embargo, creo que cada vez son más los medios de comunicación que se están dando cuenta de lo importante que es el buen periodismo, el periodismo con rigor, el periodismo complicado, contrastado, en la fuente; ese periodismo de calidad está escalando cada vez más en muchos medios y en muchas audiencias y ellos están entendiendo que el contenido no es algo que está circulando por todos lados y que está solo para dar resultados.  Si lo que vamos hacer es un trabajo en las redes sociales –que no estoy diciendo que no se haga–, tiene que contar con el rigor suficiente para que sea publicable y que sea un contenido que le sirva a la gente. No es simplemente un proceso de curaduría y mostrar lo que en las redes ya todo el mundo está viendo.
 

MP: ¿Cómo analiza el fenómeno de las noticias falsas? 

 
Son un efecto de la manipulación que siempre ha existido. Yo vengo haciendo periodismo desde hace 16 años cuando no existían redes sociales, y en mi experiencia hay muchos momentos en los que intentaron manipular el contenido que yo estaba desarrollando. El remedio es dudar, ir a la fuente otra vez, entender un poco más porque está llegando la información que me está llegando. Hoy sucede exactamente lo mismo pero a través de un canal democrático como son las redes sociales, que impactan en masa a unas poblaciones. 
 
Yo creo que los medios de comunicación, al juntarse a los ambientes sociales, han caído más en este fenómeno de la manipulación. Por ejemplo, yo ahora desde Colprensa necesito cuidarme con los canales sociales a la hora de buscar información. Y me cuido por dos razones, primero para no caer en toda esta dinámica en la que es fácil terminar dictando una noticia que no es cierta, pero también porque al ser agencia de noticias no puedo perder contenido por la duda. Aquí procuramos un enfoque mucho más enriquecido, más valioso y por eso he decidido apartarme un poco de esa dinámica y eso también ha evitado que cometa errores a través de las noticias falsas. Pero muchos medios de comunicación caen en la trampa, muchos, por ejemplo, pusieron citas que el papa Francisco jamás dijo en su visita a Colombia. 
 
El fenómeno le aporta algo a los medios de comunicación porque somos nosotros los llamados hoy más que nunca hacer un periodismo riguroso, que filtre los contenidos, que los contraste. 
 

MP: Y en ese panorama, ¿cuál considera que son las ventajas o desventajas de que empresas como Facebook y Google entren a jugar como árbitros con las diferentes estrategias que han dado a conocer, entre ellas banderas y cambios en los algoritmos?

 
MA: Sin desconocer el enorme papel que puede tener Facebook y Google en la sociedad actual, creo que todas las decisiones que toma Facebook y Google están enfocadas en su desarrollo económico y publicitario, un modelo de negocio que hoy se está quedando con el 80% o el 90% del total de las inversiones en publicidad digital del planeta. Ellos crearon este sistema y como parte de su creencia está el debilitamiento de los medios de comunicación. Sin que le apostaran al periodismo serio, o el periodismo de calidad, hoy están intentado tener estrategias en el campo. Lo que han planteado va encaminado a tener un modelo de negocio, que en esa nube democrática de información, va acompañado de un muy buen porcentaje de información falsa. 
 

MP: ¿Cuál cree que es el desafío más grande a la hora de moderar los espacios de interacción? 

 
MA: Creo que todos estos debates se prestan para que a nivel estatal se plantee, desde algunas instancias, la intención de regular los espacios sociales y me parece que eso jamás debe ocurrir. Son espacios que no deben ser regulados de ninguna manera por el Estado bajo las normas de delitos como la calumnia y la injuria. Pienso que esas plataformas deben estar netamente abiertas para la gente y para que la gente exprese lo que tiene que decir. Creo que debe haber una autorregulación de la sociedad alrededor de las normas que ya existen y la gente debe entender que lo que dice en Twitter o en Facebook tiene las mismas connotaciones como si se lo estuviera diciendo en la cara a esa persona.  Si hay amenaza de muerte pues esa persona está incurriendo en un delito, y si dice una mentira alrededor del comportamiento o la persona está también incurriendo en un delito y eso tiene unas sanciones penales. Creo que debe haber una autorregulación para los casos de señalamientos y también tiene una autorregulación de cómo me informo, a donde acudo yo para encontrar la información. Ya dependerá de que cada quien elija un medio de comunicación con el que se sienta más cómodo a la hora de informarse. Yo mismo como periodista uso chats familiares y durante la visita del Papa recibí una cantidad de mensajes que envió mi familia de cosas que él nunca dijo. Lo reciben a través de cualquier canal y le dan la credibilidad.  
 
Frente al papel de los medios de comunicación yo creo que lo único que deben hacer en este caso es hacer buen periodismo, es informar con la mayor rigurosidad, posible y hacer un periodismo de calidad. Tenemos que volver a ese periodismo, a la fuente. Al periodismo que se cuestiona, ese periodismo incrédulo para que la gente de alguna manera acuda a nosotros de una manera más oportuna. Las redes sociales no son medios de comunicación y sus estrategias están alrededor de su marca y su modelo económico. No creo que como medios ni como redes deban entrar a moderar los espacios de comentarios.     
 

Sobre Convivencias en Red

 
Poner a Gabriel García Márquez al alcance de los niños, jóvenes y ciudadanos de Cartagena y Bolívar, la región Caribe, Colombia, América Latina y el mundo; este es uno de los objetivos específicos del Centro Gabo. 
 
Conoce más sobre Convivencias en Red, una iniciativa de la FNPI en asocio con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (Mintic),  que promueve el uso responsable y transparente de las redes sociales.
 
*María Paula Martínez (Colombia). Periodista. Profesora e investigadora del CEPER de la Universidad de los Andes. Colaboradora del proyecto Convivencias en Red. 
 

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